viernes, 8 de junio de 2018

Un grupo de científicos quiere saber cómo dormimos los argentinos

Los argentinos siempre tienen a mano alguien a quien culpar por la falta de sueño. Entre los principales acusados figuran Netflix, WhatsApp, las tazas de café consumidas durante el día o el estrés del trabajo. A fines del año pasado un grupo de científicos argentinos lanzó un proyecto para dilucidar el origen de nuestros trastornos del sueño. Se trata de 'Crono Argentina': una convocatoria abierta para completar un cuestionario disponible en internet. Los únicos requisitos para poder ser parte del estudio son: tener al menos 13 años, vivir en la Argentina y disponer de aproximadamente 20 minutos para responder.
"El objetivo de Crono Argentina es estudiar cómo, cuándo y cuánto dormimos en la Argentina. En otras palabras: estudiar la calidad, los horarios y la duración de nuestro sueño", dice María Juliana Leone, Doctora en Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) e investigadora del CONICET. Juliana forma parte, junto a Diego Golombek -UNQ y CONICET- y Marina Giménez -investigadora argentina en Chrono@work, Holanda-, del equipo de investigación que lleva a cabo el proyecto.

La Encuesta Del Sueño - Cómo Dormimos Los Argentinos

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En la primera parte de la encuesta se solicitan los datos personales -fecha de nacimiento, género, peso y la ciudad donde vive, entre otros- para definir las características de la población estudiada. Luego, el cuestionario avanza sobre las preferencias diarias o hábitos de sueño -si fuma, bebe alcohol o si utiliza aparatos electrónicos y en qué horarios-. También se realizan preguntas sobre la cantidad de horas que las personas pasan al aire libre tanto en días hábiles y libres. Desde la página se aclara que todos los datos son anónimos y confidenciales. Al terminar la encuesta, se puede ingresar, de manera opcional, un correo electrónico para conocer el resultado de nuestro cronotipo.

Cómo dormimos los argentinos, explicado por Diego Golombek

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¿A qué se les llama cronotipos? A las preferencias horarias para hacer determinadas actividades. Según Leone, los horarios del sueño están relacionados con esos cronotipos y uno de los objetivos del proyecto es descubrir su variación en función de la edad de cada persona, aunque ya cuentan con un conocimiento preliminar: "Los argentinos tenemos costumbres más nocturnas en general". Además de la masividad del estudio -no sólo apunta a las capitales, sino también a ciudades pequeñas de la Argentina- se busca representatividad: que participen jóvenes, adultos y ancianos.
El número ideal serían 450.000 respuestas, que corresponden al 1% de la población argentina
'Crono Argentina' es hasta el momento el proyecto de investigación sobre la calidad del sueño más grande realizado a nivel nacional. La convocatoria empezó en noviembre de 2017 y hoy ya cuenta con más de 10.000 respuestas. "El número ideal serían 450.000 respuestas, que corresponden al 1% de la población argentina", dice Leone y agrega que el porcentaje de participación por género se divide entre un 60% mujeres y 40% hombres. Las regiones con más respuestas registradas son Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, sobre todo La Plata y Mar del Plata. Respecto de la fecha límite, apuntan a tener datos preliminares para publicar a fines de 2018.
Qué factores influyen en el sueño
Al momento de analizar qué factores externos modulan nuestros hábitos de sueño, la luz es uno de los más importantes. "Como en toda la Argentina tenemos la misma hora, pero nuestro país es muy extenso tanto a lo ancho como a lo largo, los horarios del amanecer y atardecer cambian dependiendo de la ubicación geográfica", explica Leone. Y ejemplifica: "Si una persona entra a trabajar en Capital a las ocho de la mañana durante el invierno, ya hay luz; en cambio en Mendoza, todavía es de noche". El tiempo de uso de luz artificial es otro de los factores que se consideran.
La mayoría de los argentinos duerme menos de lo que debería
La mayoría de los argentinos duerme menos de lo que debería Fuente: Archivo
Los hábitos también modulan el ciclo de sueño vigilia de cada persona. Este ciclo es la alternancia que existe entre el estado de vigilia -cuando estamos despiertos- y el sueño -cuando dormimos-. Aquí se consideran las actividades como el trabajo o el estudio y también los hábitos culturales, como dormir la siesta. "Si bien existen situaciones donde el acoplamiento del ciclo de sueño/vigilia con el ciclo de luz/oscuridad cambia, biológicamente estamos preparados para estar activos durante el día e inactivos durante la noche. Las situaciones donde esto se modifica, por ejemplo en trabajadores nocturnos, están asociadas a problemas como obesidad o trastornos gastrointestinales", argumenta Leone.
Actualmente, durante los días hábiles nos despertamos muy temprano cuando nuestro organismo no se encuentra aún en condiciones de levantarse de la cama
Por último, la investigadora del CONICET identifica una variable más: el jet lag social. "Es la diferencia en los horarios de nuestro sueño entre los días hábiles y los días libres. Actualmente, durante los días hábiles nos despertamos muy temprano cuando nuestro organismo no se encuentra aún en condiciones de levantarse de la cama".
Otros estudios
En el país, Daniel Vigo -doctor en Ciencias Fisiológicas e investigador del CONICET-publicó dos estudios sobre la calidad del sueño en la Argentina. Uno relacionado a la mejora en la calidad de sueño asociada a la transición de una vivienda mejor y, el otro, que habla de la incidencia que tiene en el sueño la seguridad del barrio y la casa donde vive esa persona.
Otro antecedente en esta clase de investigaciones se realizó en Alemania. Till Roennenberg, experto en cronobiología de la Universidad de Munich, detectó en una investigación que el sueño depende de los horarios de salida y puesta del sol. Además se detectó que las alteraciones en el ritmo circadiano pueden potenciar el desarrollo de tumores y causar obesidad.
En 2015 una publicación del Journal of Biological Rhythms, donde trabajaron muchos científicos argentinos, se comparó la vida de dos comunidades tobas en la provincia de Formosa. Separadas por varios kilómetros de distancia, una contaba con acceso a luz eléctrica y la otra no. Allí se detectaron cambios en los patrones de sueño según las estaciones del año. En ese estudio también se destacaba que los pobladores que vivían con luz natural dormían casi una hora más que los otros.

“La ciencia está ligada a intereses económicos poderosos”

Hebe Vessuri, investigadora del Conicet en el Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas.
Hebe Vessuri, un reconocimiento al campo Ciencia, Tecnología y Sociedad en Latinoamérica
La antropóloga recibió el Premio John D. Bernal de la Society for Social Studies of Science. Es la primera vez que se otorga a una investigadora que no proviene de Europa ni de Estados Unidos. Sus aportes son centrales para promover el enfoque CTS en la región.
por Pablo Esteban
La doctora Hebe Vessuri, antropóloga e investigadora principal del Conicet en el Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas, fue distinguida con el Premio John D. Bernal de la Society for Social Studies of Science (4S). Un reconocimiento que se entrega anualmente a académicos cuyas contribuciones fueron significativas en el campo de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad (CTS). Esta ocasión constituye la primera vez que se otorga a un investigador que no pertenece a Europa ni a los Estados Unidos.
La trayectoria de Vessuri representa un ejemplo palpable del modo en que los estudios etnográficos son capaces de brindar herramientas enriquecedoras para el debate y el diseño de políticas de impacto en el entramado social. Sus investigaciones vinculadas a los “modos de hacer ciencia” nacionales y regionales, el rol cultural del desarrollo científico y la promoción y el análisis del enfoque CTS en las naciones periféricas fue fundamental para repensar las discusiones en torno al campo.
Cómo deben actuar los sistemas de ciencia y el papel de los investigadores locales en relación a las dinámicas mundiales, las fisuras del régimen meritocrático y las lógicas de la carrera tras el paper, la necesidad de constitución de una perspectiva contrahegemónica capaz de representar los intereses de la periferia: sobre todo eso opina Vessuri. Una eminencia en el campo latinoamericano, autora y editora de 31 libros y cientos de artículos, capítulos de libros e informes gubernamentales.  
–Estudió antropología social en Oxford (Inglaterra) bajo la tutoría del célebre antropólogo inglés Edward Evans-Pritchard. ¿Cómo fue esa experiencia?
–Fue decisivo. Era la gran figura de la antropología británica, con una tremenda experiencia de campo y una rica capacidad de interpretación teórica, que planteó la posibilidad de concebir a la antropología más cercana a las humanidades, a la historia y  a la filosofía. De hecho, sus libros sobre la brujería y la religión entre los pueblos nilohamíticos constituyen verdaderos clásicos de la disciplina. Creo que me eligió como estudiante porque era la primera latinoamericana que llegó al Instituto de Antropología.
–Todo un honor. Luego, en 1966, decidió exiliarse por primera vez y fue a Canadá a dar clases.
–De Oxford decidí continuar viaje hacia Canadá sin retornar a Argentina. Mientras estudiaba para el doctorado en Inglaterra con una beca del Canada Council comencé a brindar clases de antropología en Canadá. Estuve en Dalhouse University (Halifax) después en la Universidad de Victoria (Isla de Vancouver) y finalmente en Simon Fraser University (Vancouver). Fueron experiencias muy valiosas, por el afecto y la nostalgia que atesoro. 
–Sus estudios en Ciencia, Tecnología y Sociedad llegan un poco más tarde,  cuando se exilia en Venezuela en 1976. ¿De qué manera las herramientas antropológicas fueron utilizadas en este enfoque?
–Por aquellos años trabajé en el Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la Universidad Central de Venezuela y en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Sin embargo, mi primer contacto fue en Tucumán, cuando me interesé por analizar la tecnología de los ingenios azucareros que combinaba avances tecnológicos con tractores en el campo y las técnicas primitivas que todavía se usaban para el corte de la caña en muchos lugares. Un verdadero arte que aprendía y desplegaba el obrero cañero en el cañaveral. Se trataba de mundos técnicos diferentes que me llamaban mucho la atención. 
–Sus intereses de investigación surgidos en Tucumán se completaron en Venezuela.
–Exacto. Cuando llegué a Venezuela, en tiempos de Reforma Agraria, tuve la posibilidad de trabajar en un proyecto sobre tecnologías agrícolas. Allí apliqué la idea que había empezado a desarrollar en Argentina: identificar diferentes formas de organización de la producción para estudiar las dinámicas propias que caracterizaban al campo venezolano. Más tarde comencé a investigar los químicos y la catálisis en ese país petrolero, y luego vinieron otros estudios de diferentes disciplinas, del conocimiento científico y técnico. La mirada antropológica fue siempre la que me orientó y me llevó a privilegiar las acciones, las percepciones, las interacciones de individuos y grupos con instituciones, los objetos técnicos y procesos históricos, las acciones políticas y los valores, así como también las representaciones.
–¿Cómo definiría el enfoque CTS? ¿Cree que la ciencia, efectivamente, está cerca de la sociedad?  
–Pienso que la dicotomía que se construyó conceptualmente en torno a una separación entre ciencia y sociedad se ha ido desvaneciendo. Hoy sabemos que la ciencia es sociedad y es cultura, si bien como institución social muchas veces funcionó en aislamiento respecto de muchos procesos. Hace tiempo que la ciencia está ligada a los intereses de grupos económicos poderosos que la distancian de la posibilidad de atender problemas de grupos más amplios de la sociedad en la que está situada.
–¿Qué diagnóstico hace del estado del sistema científico en Argentina?
–En la historia moderna el sistema científico argentino tuvo algunos momentos de esplendor que lamentablemente duraron pocos años. En la última década y media se comenzó a revalorizar la actividad científica y se logró algo muy interesante que fue crear espacios para el crecimiento del cuerpo científico de manera más sistémica, con becas mejor remunerados, carrera del investigador, subsidios,  formación de posgrado, áreas en las que Argentina había quedado bastante rezagada, incluso por comparación con otros países de la región. Los logros se demoran en fructificar porque la construcción de capacidades no es instantánea y lleva tiempos insoslayables. 
–¿Qué evaluación hace respecto del futuro?
–Quisiera creer que se aprovechará lo que empezó a construirse, se revisarán objetivos y se concentrarán los esfuerzos en consolidar lo alcanzado para buscar horizontes más ambiciosos de intervención en lo social y lo económico, apoyados en la ciencia y la tecnología. 
–¿La ciencia producida aquí es reconocida a nivel mundial?
–¿Reconocida respecto de qué? ¿Para quiénes? Esta es una de las preguntas “gancho” para inducir la política de internacionalización de la investigación, que en última instancia se reduce a una política de publicación o coautoría en publicaciones de corriente principal (mainstream). De hecho, esta orientación supone cierta renuncia de los organismos de política a la posibilidad de orientar el desarrollo científico nacional ya que lo que se busca explícitamente es la integración pura y simple con el así llamado “ámbito internacional”. Si el mundo fuera plano, sin aristas y asimetrías, no habría inconveniente, pero no es así y por eso las acciones, creo, deberían presentar otras combinaciones posibles y deseables.
–Su respuesta conecta indefectiblemente con otro interrogante, ¿cuál debería ser el rol de los científicos? ¿Deben preocuparse más por integrarse al sistema mundial de publicaciones o bien por realizar investigaciones de impacto? 
–Los científicos también vienen de muchos colores, vocaciones y compromisos. Las políticas públicas pretenden orientar la actividad científica de un país en ciertas direcciones más que en otras. Pero también las políticas vienen en paquetes complejos, lo que lleva a hablar de policy mixes, de mezclas específicas que deben compatibilizar objetivos muchas veces contradictorios, en el seno del Estado y la sociedad. Se necesitan armonizar intereses y necesidades a menudo difíciles de reconciliar. 

domingo, 3 de junio de 2018

Este es el mapa con todos los lanzamientos espaciales de la Historia / segunda parte

Fin de la carrera espacial y la primera misión conjunta

Tras el alunizaje tripulado de en la luna, los estadounidenses afirmaron haber ganado la carrera espacial, aunque los soviéticos siguieron adelante con sus proyectos y nunca aseguraron haberla perdido. De todas formas, con el enfriamiento de la guerra fría (valga la redundancia) y con el auge de otros programas espaciales por parte de otras naciones, la carrera espacial empezó a perder sentido y a ralentizarse.
Apolo SoyuzLos tres astronautas estadounidenses y los dos astronautas soviéticos que protagonizaron la primera misión conjunta entre ambas potencias.
Así, llegó la primera misión conjunta entre la URSS y EEUU en julio de 1975. El Apolo-Soyuz logró el primer acoplamiento entre dos naciones en el espacio y supuso además que ambas potencias conocieran el programa espacial de la otra. La carrera espacial ahora sí que sí llegaba a su fin.

Rusia toma el testigo de la URSS

Lo cierto es que las grandes aspiraciones de la URSS en el espacio, como su afán por llegar a Marte, fueron en varias ocasiones frenadas, por la crisis que sufrieron los soviéticos durante los últimos años de la carrera espacial. Y es que el coste de ésta, junto a la carrera armamentística agravó una recesión que desencadenó en el colapso de la URSS en los 80.
Los planes para una misión a Marte terminarían quedando aplazados a un momento en el que nunca llegaría a producirse. Una década más tarde llegaría la disolución de la URSS.
Con todo, Rusia cogió el testigo espacial de la Unión Soviética. Pero las tensiones con Estados Unidos empezaban a menguar y la carrera espacial por parte de la ya reconocida Federación de Rusia quedó relegada a un segundo plano.
Valeri VladimirovichValeri Vladímirovich
Eso sí, en su haber sigue teniendo grandes hitos como el de Valeri Vladímirovich, el astronauta ruso que tiene el récord de permanencia en el espacio: 14 meses en un único viaje.

China, más de 250 lanzamientos espaciales

China ha sido otros de los países que más lanzamientos orbitales ha hecho a nivel global. Sus números ni siquiera rozan los de Rusia y EEUU, pero era más que predecible que otra de las grandes potencias mundiales buscase hacerse un hueco en la conquista del espacio. En total, unos 256 lanzamientos orbitales.
A medida que la carrera espacial entre las dos superpotencias alcanzaba su punto más álgido con la conquista de la luna, China decidió no quedarse atrás y comenzó a desarrollar su propio programa espacial tripulado.
Así, el 24 de abril de 1970, mientras Estados Unidos y la URSS vivían su particular encrucijada, el cohete CZ-1, que portaba un satélite artificial, fue lanzado por China con fines exclusivamente propagandísticos.
Sus pasos eso sí, fueron mucho más lentos que los de Estados Unidos o Rusia. Tanto, que para ver al primer astronauta chino en el espacio haría faltar saltar de siglo. Fue en 2003, cuando Yang Liwei protagonizó el primer cohete tripulado del gigante asiático. Fue el tercer país en hacerlo, por detrás de EEUU y la URSS.

El nacimiento de la Agencia Espacial Europa

La agencia espacial europea (ESA, por sus siglas en francés) es una organización intergubernamental compuesta por 22 estados miembros. Con sede en París y creada en 1975 ha realizado más de 260 lanzamientos orbitales.
Cuatro años más tarde de su nacimiento, en diciembre de 1979, la ESA realizaba el primer lanzamiento de un cohete con éxito: Ariane 1. Fue utilizado para poner en órbita satélites artificiales de comunicación. Con el avance de la tecnología y la necesidad de crear satélites cada vez más grandes, llegaron Ariane 2, Ariane 3 y Ariane 4.
El Ariane es de hecho, uno de sus proyectos más relevantes. Además, la agencia espacial europea hizo misiones conjuntas con EEUU y Rusia que le sirvieron para mandar su primer astronauta al espacio. Fue en 1994, cuando el alemán Ulf Merbold realizó tres vuelos espaciales junto a Rusia. Pasó casi 50 días en el espacio.
Aunque eso sí, uno de los hechos más importantes y recientes del programa espacial de la ESA ha sido el lanzamiento de la nave espacial Rosetta, en el marco de una misión que ha durado 12 años, 6 meses y 28 días. El objetivo de la nave era orbitar alrededor del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Los cometas guardan gran cantidad de información que podrían ser útil para explicar el principio de nuestro mundo.

Este es el mapa con todos los lanzamientos espaciales de la Historia

Kazajistán, 4 de octubre de 1957. Alrededor de las siete y media de la tarde la Unión Soviética hace despegar un cohete del Cosmódromo de Baikonur. Es el primer satélite artificial en salir de la Tierra. ¿Su nombre? Sputnik 1.
Sputnik 1 supuso tanto en la historia en general como en la carrera espacial en particular, que es difícil resumirlo en un sólo post. Provocó incluso la conocida como la crisis del Sputnik, lo que agravó las tensiones generadas entonces por la Guerra Fría. Fue el primero de una larga lista de lanzamientos orbitales que hoy roza casi los 6.000 .

Entre la URSS y Rusia han hecho un 57% de todos los lanzamientos de la historia

De los casi 6.000 lanzamientos que se han producido desde hace 6 décadas, más de la mitad corresponden a la URSS y a Rusia. Por números, es el líder indiscutible de la carrera espacial a nivel global.
Su historia se puede dividir en dos partes: desde 1957 hasta 1991, año de la disolución de la URSS y desde 1992 hasta la actualidad. En el primer periodo se efectuaron hasta 2.443 lanzamientos orbitales. En el segundo, 750 (un 23%). En total: 3.193 lanzamientos en 60 años.
Del total de lanzamientos, alrededor de 150 resultaron misiones fracasadas y más de 50 con fallos parciales.

La Carrera Espacial, a vista de mapa

En el siguiente mapa puedes ver de forma cronológica desde donde se han producido los lanzamientos, cuándo y quién los ha efectuado y tanto si han sido misiones fracasadas como de éxito.

La Unión Soviética, Sputnik y el comienzo de la carrera espacial

Sputnik 1 fue el primer intento no fallido en poner en órbita un satélite alrededor de la Tierra. Se desplazó a una velocidad de unos 29.000 kilómetros por hora, con 96,2 minutos para completar cada órbita. Estuvo enviando señales a la Tierra durante 21 días, hasta que se agotó la batería. Viajó en total unos 70 millones de kilómetros.
Dawn Of The Space AgeSputnik 1
Este podría ser un breve resumen de lo que hizo el satélite soviético, pero Sputnik 1 fue mucho más que eso. Su lanzamiento supuso un halo de incertidumbre a nivel global, debido al enorme avance tecnológico que había entre EEUU y la URSS. La Unión Soviética dio la primera zancada de la carrera espacial y Estados Unidos, lejos de quedarse atrás, respondió con la creación de la National Aeronautics and Space Administration. En otras palabras: la NASA.
Mientras tanto, con el telón de fondo de la Guerra Fría y una reticente Estados Unidos, la URSS siguió avanzando en la carrera espacial. A Sputnik 1, le siguió Sputnik 2. Fue lanzado un mes más tarde, pero con una particularidad añadida: la nave soviética iba ocupada por Laika, una perrita callejera de Moscú, conocida como el primer animal en orbitar la Tierra.
LaikaLaika no fue el primer animal enviado al espacio, pero si fue el primer ser vivo en orbitar la Tierra.
Además ser uno de los animales más famosos de la historia, Laika también sirvió para allanar el camino a los futuros vuelos espaciales tripulados. Así, años más tarde, en 1961 Yuri Gagarin fue el primer ser humano en hacer un viaje al espacio exterior, cuando la nave Vostok 1 completó una órbita de la Tierra.
La carrera espacial de la URSS también está marcada por otros hitos. Fue la primera potencia en enviar una mujer al espacio: Valentina Tereshkova. Realizó la primera caminata espacial. Logró el primer aterrizaje suave en la luna (no tripulado). Obtuvo la primera muestra de suelo lunar. Creó la primera estación espacial y un largo etcétera.

La respuesta de Estados Unidos, la creación de la NASA y el primer alunizaje tripulado en la luna

Mientras Sputnik 1 orbitaba la Tierra, Estados Unidos instó a un movimiento de ficha inminente, con la vista puesta en la seguridad nacional y el liderazgo tecnológico, el 29 de julio de 1958 el entonces presidente estadounidense Dwgith D. Eisenhower firmó la Ley Nacional de Aeronáutica y del Espacio, así como el establecimiento de la NASA.
La carrera espacial había dado el pistoletazo de salida y la URSS y Estados Unidos protagonizaron una dura competencia por la exploración del espacio exterior que duró casi una veintena de años. Fue prácticamente como una partida de ajedrez. Por cada nuevo avance de la URSS, la NASA respondía, y viceversa.
Y es que si la URSS creó una larga lista de hitos espaciales que salieron de suelo soviético, Estados Unidos hizo más de lo mismo. Desde el tablero estadounidense, en 1960 se lanzó el primer satélite meteorológico exitoso. Consiguió demostrar que los satélites servían para la investigación de las condiciones atmosféricas desde el espacio.
Un año antes, en el 59, EEUU mandó al espacio el primer satélite espía con el lanzamiento del cohete Discoverer 4. Estaba destinado a uso militar o para inteligencia. Ese mismo año, la NASA también lograba la primera fotografía hecha desde el espacio, desde el satélite Explorer 6.
MoonlandingEl estadounidense Buzz Aldrin, que saluda la bandera de Estados Unidos, fue uno de los tripulantes del Apollo 11, junto a Neil Armstrong y Michael Collins.
Pero aunque Estados Unidos lograra estos y otros muchos hitos en su afán por conquistar el espacio, el culmen no llegó hasta el 20 de julio de 1969. Una de las fechas más significativas en la historia de la NASA y de Estados Unidos tras lograr el primer alunizaje tripulado en la luna a bordo del Apollo 11. El protagonista en dar aquel pequeño paso para el hombre, pero gran paso para la humanidad fue el astronauta estadounidense Neil Armstrong.
fuente: Magnet. primera parte

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